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31 dic 2012

Festival Nacional del Peon Viñador

La Rioja además de ser un excelente y atractivo punto turístico cuenta con innumerables actividades por realizar. Sin ir más lejos se encuentra dividida en 18 departamentos que amplían aún más las opciones del turista.

Un buen ejemplo lo constituye la localidad de Coronel Felipe Varela, ubicada en el sector occidental de la provincia a la cual pertenece el departamento de Villa Union y limita con el imponente cerro de Famatina. Un lugar de no más de 6.000 habitantes caracterizado por un paisaje natural y esplendoroso. No es solo un simple, tranquilo o aburrido pueblo. Si queremos diversión de la mano de la Fiesta Nacional del Peón Viñador la encontraremos.

Esta celebración data desde 1973, año en que se llevó a cabo la primera fiesta del Peón viñador. Es una conmemoración que se realiza cada año, con sumo sentimiento evocando los valores de libertad y democracia que se vieron socavados en la dictadura de 1977 y hasta el retorno de la democracia al país.

Cuando la calma política y social volvió la fiesta renació con más fuerza que nunca. Se trata de una festividad que convoca mayormente a artistas locales a fin de promover la cultura autóctona. En un primer momento y antes de la dictadura militar se convocaba a cantantes elegidos, luego se añadieron certámenes a fin de abrir el abanico de opciones y brindar oportunidad a todos por igual.

Quien asista debe estar preparado a pasarla bien, relajarse y dejar de lado todos los problemas. Esta celebración fue declarada Fiesta Nacional a través de la resolución Nº 250.

Se caracteriza  por la simpleza de su gente, su colorido y la infinidad de exquisiteces propias del lugar que se pueden degustar. Todo se brinda como ofrenda y agradecimiento por  la cosecha recibida y el trabajo que esta provee a cientos de familias.

Una vieja tradición que se retomó en las últimas ediciones fue la elección y coronación de la reina del Peón Viñador, que lucen su belleza y trajes arriba de coloridas y originales carrozas. Obviamente el protagonista es el vino, Felipe Varela es zona por excelencia donde se albergan los mejores viñedos logrando así una bebida de gran calidad y robustez.

La música es de raíz folklórica, se destaca La Chaya colmada de coplas y versos que cuentan en estrofas historias que solo la música puede ilustrar. Se lleva a cabo en febrero de cada año, hay ómnibus que acceden al lugar que no se encuentra a más de dos horas de la capital.

También se podrá encontrar hospedaje que brinda todas las comodidades y servicios. Antes de que empiece la fiesta se puede aprovechar para dar una vuelta por el pueblo, recorrer sus calles y conocer un poco más. Un lugar sin desperdicio alguno, la música que suena constantemente e invita a soltar el alma y dejarse llevar.

La Rioja es una provincia de cultura vitivinícola que ha dado grandes y reconocidas uvas como el exquisito torrontés riojano. Una fiesta sin igual, recomendada para los amantes del buen vino, como así también para la familia y los amigos.

27 dic 2012

Pictografias y petroglifos que se encuentran en Talampaya


La historia de la provincia de La Rioja es de gran interés y se encuentra viva en cada uno de sus lugares. Desde diversas comunidades de aborígenes hasta el caudillo Felipe Varela encontramos  una sociedad que se ha conformado en base a la cultura y el progreso. Quizás por falta  de difusión turística, ronda la idea en general  que ir a visitarla es aburrido y no hay nada nuevo por hacer o descubrir.

El Cañón de Talampaya constituye un excelente destino para conocer y explorar,  aparte de ser un lugar bellísimo, es propicio para el turismo y todo aquel que busque deslumbrar sus ojos.
Entre sus cualidades encontramos paredes montañosas de gran altura,  generando una sensación de pequeñez ante su gran tamaño.

Dejando de lado sus características más comunes pero no por eso menos importante,  nos encontramos con pictografías y petroglifos  propios del  cañón. Por  pictografía se entiende toda aquella escritura mediante símbolos que el hombre empleo para comunicarse al comienzo de la humanidad.

Ahora bien los petroglifos son diseños labrados sobre rocas que en su mayoría representan animales como así también insignias que hablan de la cotidianeidad de sus habitantes. Los asentamientos humanos datan desde el año 120 en adelante, habiendo pasado por allí muchas culturas indias de variados orígenes.



El mosaico cultural es muy rico. Diaguitas y aborígenes también se cuentan entre sus habitantes pasados. No obstante es recomendado para entusiastas de la arqueología ya que abundan pictogramas que guardan años de sabiduría y misterio.

Las pictografías y petroglifos que se encuentran en Talampaya son únicos  en la provincia y constituyen un patrimonio de gran importancia.

Si bien no abundan en demasía hay lugares específicos donde se los puede admirar como por ejemplo “Los Pizarrones “y” La Puerta de Talampaya”, son de fácil acceso y resguarden entre sus muros  grafías que se dice fueron hechos por los incas.

Las formas  o figuras que podemos llegar a encontrar  van desde jeroglíficos redondeados y sin definición alguna hasta imágenes de mayor  claridad. Se observan líneas rectas, curvas, extraños firuletes que son objeto de estudio e investigación en la actualidad. Los colores obedecen a la arcilla y los componentes propios de la madre tierra, de ahí que se forman tonos cálidos y radiantes.

Mientras recorremos el lugar se encuentra el antiguo cementerio aborigen y ruinas de antiguas construcciones, marcando así el inicio y fin de una época que evoca un pasado lejano pero vivo.

Vale destacar que Talampaya es Parque Nacional desde 1997 y se creó con el único fin de preservar la riqueza arqueológica y paleontológica de la zona.

Es  de utilidad saber que el ingreso al lugar se hace con guía turístico, está destinado a un turismo que busca conocer e indagar en arqueología y disfrutar de la naturaleza en su máxima expresión.

Se encuentran a disposición diferentes excursiones como travesías 4x4  donde arriba de un gran micro todo terreno podemos recorrer los caminos y sus grandes paredones.

La excursión denominada Cañón de Talampaya con recorrido hasta El Monje es la que nos llevara a La Puerta de Talampaya que como ya se menciono es donde se encuentran principales pictogramas y petroglifos. Un lugar sin precedentes, un regalo de la naturaleza que no se puede desperdiciar.

Colorido majestuoso del Cerro Guandacol


La Rioja como destino turístico argentino, sorprende con  cada uno de sus lugares. Se pueden encontrar numerosos valles y cerros como así también  paisajes únicos que engalanan  a una región llena de magia y belleza.

El colorido majestuoso del cerro Guandacol, conforma un lugar que, como su nombre lo indica constituye una delicia para cualquier visitante.Sus colores van desde  tonos rojizos intensos, hasta suaves matices  rosados, ocres y verdes que se mezclan con la naturaleza. Está ubicado muy cerca de la ciudad de San Juan con la cual limita y  pertenece al departamento Coronel Felipe Varela, de la capital riojana hay una distancia de 340 km aproximadamente y se puede acceder en auto sin problema.

 Desde el punto de visto geográfico el  cerro esta incrustado en la pre cordillera que a su vez limitan con Mendoza y San Juan. A simple vista se observan cortes muy bien marcados en sus paredes conformando  una mezcla de montañas que varían en tamaño y forma irregulares, logrando  así una mixtura original y un paisaje sin comparación. Otra de sus características refiere a su extensa longitud en su terreno llano y a la gran  altura de sus montañas que superan los 3000 metros. El cerro se formó en plena era paleozoica, siendo un  paisaje natural reconocido por su imponente forma y la gran cantidad de piedras que datan de miles de años atrás entre muchas de sus cualidades.



En cuanto al clima se puede decir que es variable y va de templado a sub tropical, la región es seca y el viento predominante es el Zonda. A simple vista se observan cortes naturales, entre las paredes montañosas que formas figuras geométricas  de texturas muy variadas. Posee gran extensión y las líneas rectas predominan en la escena del paisaje.

Los colores son magníficos, llaman la atención y presentan matices raros y únicos. Además de su atractivo natural, geográfico y turístico se puede disfrutar de comidas típicas y exquisitos vinos, con frutas propias del lugar, además de dulces y conservas elaboradas de manera casera con  un toque de tradición. Cuenta con 4.000 habitantes, siendo un pequeño poblado caracterizado por la calidez de su gente.

Antiguamente la economía descanso  mayormente en la actividad agrícola ganadera, hoy por hoy encontramos una alta producción de olivo, vid y frutas varias.

La historia es parte fundamental y cobra vida en el recuerdo de Felipe Varela; destacado patriota y caudillo argentino oriundo de Guandacol.

El cerro es uno de los más lindos del país. Recomendado para los amantes de turismo rural y o alternativo, para quienes buscan algo fuera de lo convencional.

El mismo lugar ofrece maravillas escondidas o mejor dicho distribuidas a lo largo de las miles hectáreas que ocupa. Aquí podremos visitar Vallecito Encantado una gran muestra del denominado periodo carbonífero con formaciones rocosas de más de 350 millones de años.

A tan solo  40 km del lugar se encuentra Guandacol Hotel, con precios accesibles y muchas comodidades para el turista.

Hay mucho por recorrer y conocer, ideal para descubrir, relajarse y embarcarse en un mundo nuevo que nos invita a indagar un destino impactante. No olvidar buscar recomendaciones en la oficina de turismo, llevar abundante agua, ropa cómoda y protector solar. Todo está listo para disfrutar de un viaje único e inolvidable.

Banda Florida y petroglifos de la isla y rio el Suri


La República Argentina es conocida como un país rico en razas y variadas costumbres tomadas tanto de inmigrantes como de aborígenes  que la habitaron desde tiempos inmemoriales. En todos los puntos del país nos encontramos con vestigios antiguos que forman parte de la historia de muchas provincias. Atractivos únicos que nos remiten a nuestra cultura precolombina. 

La cultura ciénaga radicada en territorio riojano 200 años D.C conforma la parte histórica y arqueológica de la Banda Florida, un lugar que encarna años de misterio y sabiduría. Esta cultura propiamente dicha corresponde a la etapa agro alfarera y se caracteriza por haber dejado miles de petroglifos en las paredes de este bello y enigmático lugar.

Un poco más adelante entre los años 500 y 800 D.C encontramos restos de la denominada cultura Aguada que viene a cerrar el periodo agrícola alfarero y está marcada por el arte precolombino.

La isla se encuentra ubicada a 6 Km de la localidad de Villa Union en el sector noreste de la ciudad. Si uno se dispone a recorrer Banda Florida y petroglifos de la isla y el río Suri debe saber que se embarca en una experiencia que tiene como principal testigo miles de grafías e imágenes dejadas como testimonio por parte de los habitantes del lugar.

Las grafías que allí se encuentran son de gran importancia patrimonial y cultural. Constituyen según los estudiosos los primeros intentos de comunicación del hombre con su entorno.

Pese al paso del tiempo y los cambios climáticos del lugar los petroglifos se han conservado casi en perfecto estado. La modernidad y los avances en la ciencia han llegado tarde y muchos de estos pictogramas no han podido ni podrán descifrarse.

Se encuentran inscriptos en las paredes de las ruinas y rocas. Hay millones de formas, figuras y tamaños distintos.

En el medio de Banda Florida podemos encontrar el cauce del Río Suri, podemos parar un rato en su costanera y disfrutar de sus frescas y tranquilas aguas.

Si seguimos el camino del río y a unas 15 cuadras de distancia podemos encontrar con una vieja formación rocosa denominada El Barco aquí se concentran miles de grafías de varias culturas que no han podido ser precisadas con exactitud.

Se puede visitar el lugar caminado y se torna muy divertido por la dificultad de los senderos que se mezclan con pequeñas ramas que se desprenden del Suri.

Es ideal para recorrerlo de manera tranquila y sin apuro, podemos observar la flora del lugar y con suerte vislumbrar uno que otro animal.

Está prohibido olvidar la cámara de fotos, la postal es impoluta y digna de ser retratada. El lugar además de su contenido histórico y arqueológico es un mundo nuevo, donde se respira paz, aire puro  y sin contaminación.

Los paisajes son bellos e imponentes, el color da vida y calidez a un lugar soñado. Una opción única para tener en cuenta para vuestras próximas vacaciones. Ideal para disfrutar a pleno y llevarse una experiencia rica y de gran interés cultural. Banda Florida se encuentra en los paquetes de viajes de las agencias de turismo  en la mayoría de las provincias, por ende no quedan más excusas, a visitar La Rioja se ha dicho.

El cañon de Anchumbil con sus paisajes asombrosos


La Rioja es una de las provincias del Noroeste del país con más atractivos para conocer. Desde turismo aventura al descubrimiento de lugares e historias ancestrales pasando por recorridos donde se fabrican riquísimos productos en base a nueces, uvas y olivas y visitas a parque naturales protegidos, esta provincia Cuyana ofrece de todo para no aburrirse. 

Dentro de ella, uno de los circuitos turísticos elegidos por muchos es el del Valle del Bermejo y su corazón es la localidad de Villa Unión. Allí se puede practicar pesca deportiva, comprar artesanías o simplemente disfrutar de la tranquilidad de un paseo en caballo o a pie, entre otras muchas actividades.

A tan solo 7 km aproximadamente al este de Villa Unión se puede visitar el Cañón de Anchumbil con sus paisajes asombrosos. Este destino puede ser parte de un viaje de aventura que recorra el cráter Corona del Inca, Laguna Brava, Volcán Pissis, etc. Se llega a él en un circuito de 16 kilómetros de ida y vuelta en automóvil (descontando el tiempo de una hora recorriendo el lugar) y requiere de mediodía como mínimo por lo que se recomienda llevar el almuerzo o algo para comer en tipo picnic.

Cañón de Anchumbil es un atractivo natural que se caracteriza por sus gigantes e imponentes formaciones rocosas de color rojizo. Lo realmente llamativo de este lugar son las huellas del pasado presentes en él en la forma de laberintos de rocas enormes pertenecientes al periodo triásico (280 millones de años atrás). Los mismos en algún momento estuvieron en posición horizontal pero, con el surgimiento de la Cordillera de Los Andes comenzaron a resquebrajarse y a levantarse quedando de forma vertical y formando asombrosas figuras, pasadizos, escondites y laberintos. Una de las figuras más famosas es la del “Cañadón”, una curiosa forma convertida en objeto de arte natural y en foco de muchas fotografías. Logró esta forma por los efectos del clima en la zona: la erosión del viento, la lluvia y los intensos calores.

Paisajes asombrosos que atraen tanto a chicos como a grandes y actividades recreativas se pueden realizar en la zona del Cañón de Anchumbil. Además de incentivar el espíritu aventurero y de cuidado por la naturaleza en los más pequeños ellos pueden mirar y aprender acerca de la flora y fauna autóctona del lugar; mientras los más grandes se pueden dar el lujo de visitar fincas donde se fabriquen vinos o se realice frutihorticultura. Ello con la posibilidad de adquirir exquisitos productos para degustar de regreso a casa. Además, en familia se puede disfrutar de las caídas de agua de vertiente que forman pequeñas lagunas.

Por la tarde se puede optar por la merienda en el bosque a lo alto del cerro mientras se contempla el paisaje con su belleza sin igual y la combinación de varios colores y sus matices.

Cañón de Anchumbil es una encantadora propuesta para descubrir la combinación entre historia y naturaleza, un lugar donde el pasado se hace presente y la naturaleza deja sus huellas en un constante cambio. Un verdadero exponente de la cantidad de paisajes para el asombro que se pueden conocer en La Rioja

26 dic 2012

Aicuña entre sierras y con la mejor vegetacion


Aicuña es una localidad ubicada al oeste de la provincia de La Rioja, en el Departamento Coronel Felipe Varela. Se ubica entre sierras y goza de la mejor vegetación. Su territorio se extiende desde Sierra Sañogasta hasta el río Guandacol (este a oeste) y desde Estancia Los Tambillos hasta el Campo Talampaya (norte a sur).

Es considerado el primer asentamiento poblacional riojano es decir el lugar de origen del hombre blanco en Argentina. Con más de 400 años de historia marcada por pactos entre aborígenes y blancos, idas y vueltas,  traiciones y desengaños entre familias,  este pueblo tiene mucho para mostrar y enseñar.

Muy rico culturalmente, sus cuentos, leyendas y mitos fueron y son transmitidos vía oral por los más viejos de generación en generación lo que va dejando una impronta  de los valores y la moral que comparten sus pobladores.

El linaje de los Ormeño, Páez y Narváez continúa aun vigente en el lugar, sus apellidos son comunes y conocidos y las familias consideradas fundadoras y quienes, en parte ayudaron a poblarlo y a su desarrollo. Si bien hace pocos años que el pueblo festeja anualmente su fundación, lo hace cada 23 de enero con jornadas repletas de actividades: comenzando por el izamiento de las banderas nacional y provincial, el canto del himno y de la canción popular propia del pueblo, la bienvenida a las autoridades, palabras protocolares del intendente y algunas otras autoridades, una misa en agradecimiento, y luego muchas otras actividades recreativas, lúdicas, premiaciones y reconocimientos  finalizando con la proyección de alguna película, corto o filmación alusiva y el ya clásico baile popular en el que se suele invitar a cantores y grupos de folclore de tierras riojanas.

Aicuña se fue expandiendo porque, naturalmente,  las aguadas hicieron que las personas vayan formando asentamientos pegados al pueblo, entre ellos se puede citar a: Los Patillos, Puerto Alegre, Los Tombillos, Paso de San Isidro, Los Palacios, etc.

Su sustento se basa mayormente en la actividad pastoril (ganado caprino y ovino) ya que no hay demasiado espacio para la agricultura y el pueblo se encuentra comprimido entre cerros y valles por lo que escasean las grandes extensiones de tierra. Sin embargo, existen numerosos nogales y algunas plantaciones de frutas (excepto de cítricos) y hortalizas. Su suelo es pedregoso pero el hombre lo hace fértil a través de su trabajo.

Los pobladores de Aicuña construyeron enormes represas para aprovechar el agua de las lluvias y poder alimentar a su ganado. Pozos naturales de pura agua cristalina que bañan muchos campos hicieron que la vegetación de este lugar sea imponente y que se forme un microclima muy particular.

Para el visitante que desee conocer esta aldea rural de no más de 200 habitantes, no se puede dejar de mencionar su pequeña y pintoresca Iglesia la cual se puede ver desde una loma y también, si desea realizar un circuito por el pueblo, su camping es muy propicio para almuerzos al aire libre.

Además de su patrimonio cultural marcada por leyendas, costumbres típicas, rezos y tradiciones, sus hombres de campo y sus paisajes y clima únicos, existen planes de construir un hotel con todos los lujos y comodidades para los turistas. Aicuña también entiende que debe plegarse a la evolución permitiendo la afluencia de más visitantes que puedan disfrutar y vivir desde adentro toda su riqueza.

“Un pueblito perdido en el medio de la nada” podrán decir algunos; mientras que sus pobladores están orgullosos de su Aicuña y de todos los avances de los últimos años. Y seguramente viajando y adentrándose en su cultura cualquiera puede comprender por qué se trata de un pueblo que se detuvo en el tiempo y a la vez avanzó, por qué está perdido entra el pasado y el presente con miras hacia el futuro. 

Museos en La Rioja: Turismo cultural


Una provincia rica en varios aspectos. Por un lado encontramos paisajes bellos  e imponentes  que mezclan en sí mismos arquitectura,  arqueología,  y grandes atracciones naturales.

Valles, quebradas, playas y ríos están allí en su máxima expresión para hacer de La Rioja un combo completo ideal para descubrir y conocer. Siguiendo con sus cualidades nos encontramos con una cultura rica y afianzada. En este lugar la historia cobra vida a través de monumentos, iglesias, museos, y todo un circuito cultural destinado al lugareño como al turista que llega.

Siglos atrás el museo era considerado como algo solitario y aburrido. Se encontraba destinado solo a las clases sociales altas y el ingreso estaba prohibido a  los aborígenes por ejemplo.

La actualidad y el desarrollo de la cultura a través del conocimiento y la información han cambiado esta perspectiva  y hoy por hoy encontramos un circuito cultural rico, variado e interactivo que La Rioja tiene para ofrecer.

La actividad cultural se divide en diferentes aristas, encontrando arte religioso o sacro, artesanías milenarias, museos que exhiben vestimentas antiguas y las ciencias naturales que también han ganado su lugar. Queda claro que ir al museo ya no es aburrido sino todo lo contrario. Son muchos, veamos cuales  despiertan vuestro interés.

El más clásico o tradicional es el conocido Museo de la Ciudad, está destinado principalmente a conocer y entender la historia del lugar y su gente. Depende como la mayoría, de las instituciones gubernamentales para su manutención.

Además de poder recorrerlo se ofrecen actividades como mesas redondas, una buena herramienta para fomentar  el debate y disfrutar de las diferentes exposiciones.

Abre sus puertas de martes a viernes de 7.00 a 13.00 hs y por la tarde también. Por otro lado el  Museo arqueológico   Inca Huasi se caracteriza por la gran cantidad de piezas que tiene en su colección. Se han logrado  rescatar  un poco más de 9.000 objetos pertenecientes a los grupos aborígenes que habitaron la zona años atrás.

Una excelente muestra que representa de manera clara y objetiva a Diaguitas, Incas, Belen  y demás comunidades que conformaron la rica cultura riojana.

Los días habilitados para su visita van desde  martes a sábado y solo se accede en el horario de la mañana. Para los amantes de lo religioso se encuentra la exposición de Arte Sacro. Cuenta con una  fiel decoración al estilo religioso y aquí se podrá encontrar con una ferviente y viva historia de la fe católica.

Cuenta con cinco salas, que muestran altares de épocas pasadas, figuras recuperadas y perfectamente conservadas. Solo abre cuatro hs por día de 8.00 a 12.00. Otra de las instituciones que contribuye un gran atractivo para visitar es el  Museo de Ciencias Naturales, reconocido a nivel nacional y forma parte de la Universidad Nacional de La Rioja.

Antes de ir a cualquiera de estos lugares  es útil o práctico llamar por teléfono para averiguar días, horarios y direcciones. Los museos de La Rioja: turismo cultural, son recomendados para grandes y jóvenes, la oferta es interactiva, dinámica y para nada densa.

La información pertinente se puede obtener  en la oficina de Turismo o a través de la página web de la provincia. 
Queda claro entonces que la cultura se expresa en su máxima expresión en la ciudad cordillerana,  la idea es conocer un poco más del lugar desterrando el mito que alguna vez alguien dijo “ir al museo es aburrido”.

El Carnaval en La Rioja


La mayoría de las personas saben lo que es el carnaval. Se puede decir que este tipo de atractivo constituye una fiesta pública y tradicional de algún pueblo, lugar o región. Esta festividad  data de muchos años atrás  y sus orígenes se remontan a las fiestas de adoración al vino con su propio Dios denominado Baco entre otros tantos. Siguiendo la línea de la historia muchos afirman que estas festividades han sido heredadas de los Egipcios y Romanos.

Vale recordar que estos últimos se han caracterizado por grandes fiestas y tertulias sociales.

A nivel mundial hay carnavales que gozan de prestigio y reconocimiento global, como el de Rio de Janeiro, Colombia, Venezuela, México entre los más sobresalientes o destacados. En esta ocasión y volviendo a la República Argentina daremos un pequeño viaje por La Rioja y un carnaval impoluto e impecable. Se trata de “La Chaya” palabra que proviene del quichua y encarna una tradicional leyenda.

Chaya era una joven y bella india que se enamoró de Pujllay, príncipe de la tribu quien nunca le brindo atención. Tal fue el desconsuelo de esta que se perdió en medio del monte a llorar su desamor. Cuenta la leyenda que de tanto llanto  se convirtió en nube. De allí se desprende un sentido  semántico que alude a mojar o rociar. Se dice que cada año llega como lluvia y un dato importante es que  el agua no abunda en la ciudad. Esta bella indiecita representa al agua mientas que el príncipe representa alegría gozo y juego. Esto se ve directamente relacionado con una celebración que se lleva a cabo al fin de  la cosecha, y se ofrece en agradecimiento por el trabajo y los beneficios recibidos.

Se da una vez al año y por lo general en el mes de febrero. Si bien se festeja en la capital riojana, es bueno aclarar que la fiesta típica y autóctona se da en las localidades de Famatina, Chilesito y Nonogasta. Como toda fiesta popular tiene un Dios propio al cual se venera, como ya se menciono Pujllay, quien  nacerá un sábado anterior al carnaval para luego ser enterrado.

Dejando la historia de lado, es un evento que habla y muestra con claridad la historia del lugar, haciendo un recorrido por su pasado, antecesores diaguitas y la historia de una comunidad con una cultura rica y vibrante.
Se festeja con muy poco pero simbólicos elementos, tales como, harina de maíz en representación de lo que se cosecha, agua y porque no un bueno vino para tomar y hasta salpicar. Año tras año se convocan en el carnaval de La Rioja  artistas de primera línea como El Chaqueño Palavecino, Soledad Pastorutti, Cantores del Alba entre otros, además de grupos locales propios.

Una curiosidad es que los lugareños disfrutan de las zambas, chayas y chacareras jugando mientras estos cantan y no sentados en una silla como es habitual ver. La fiesta dura pocos días, pero se vive con demasiada intensidad y algarabía. Color, música, canto y amistad se observan en cada rincón. Además se pueden degustar comidas típicas, artesanías y bailes representativos. No hace falta viajar muy lejos o gastar mucho dinero, Argentina tiene lo mejor de los carnavales y La Rioja es un gran ejemplo de esto.

Recorriendo La Rioja en 4x4


Los vehículos 4x4 son aquellos que tienen tracción en las cuatro ruedas o tracción total. Es decir que todas las ruedas del automóvil pueden recibir simultáneamente la potencia del motor. Este tipo de vehículos se utiliza mucho en travesías todo terreno ya que le permite al mismo que sus ruedas giren las 4 a la misma velocidad y también da más seguridad al frenado. Según los especialistas, solo los 4x4 robustos son ideales para hacer travesías fuera del camino ya que algunos vehículos engañan y resultan ser hasta peligrosos. Robustos, resistentes y confiables deben ser las camionetas que se utilicen mientras el visitante disfrute la adrenalina recorriendo La Rioja en 4x4

Por citar uno, a 250 km de la capital de La Rioja, al pie del cerro Famatina, se pueden hacer excursiones en este tipo de vehículos recorriendo las estaciones del Cable Carril construido a principios de siglo XIX. Este viaje, de 35 kilómetros aproximadamente, permite visitar ocho de las nueve estaciones construidas para transportar minerales desde los socavones hasta la estación de ferrocarril. Este trayecto, que desafía las prestaciones de los vehículos 4x4 llega hasta “La Mexicana”, un lugar enclavado en la montaña que supera los 4000 metros de altura.



Sin embargo, al pie del Cerro Famatina, una cantidad de colores, texturas, aromas y paisajes se combinan para mostrarnos arroyos de agua cristalina, montañas nevadas, distintos matices de verdes de álamos y nogales entre casas de adobe y largos pasajes de tierra de los pueblos. Pueblos como Carrizal, Pituil, Santa Cruz, Santo Domingo entre otros de no más de 1000 habitantes el más poblado ofrecen al visitante la posibilidad de observar una geografía diferente, donde los tiempos difieren mucho al de las ciudades, y las condiciones hicieron que crezcan muy poco durante los últimos siglos.

Otro circuito riojano que ofrece mucha adrenalina para realizar en 4x4 es el que se dirige al cráter Corona del Inca. Para esta excursión se debe estar más preparado: cubiertas y motores puestos a prueba, handys y hasta cámaras de oxígeno porque se asciende a más de 5000 metros sobre el nivel del mar. La expedición dura unas 7 hs y comienza en el último pueblo antes de comenzar la Cordillera riojana: Alto Jague, a unos 520 kilómetros de la capital de la provincia. Corona del Inca se denomina a un cráter que por su misma actividad volcánica se ha desplomado sobre sí mismo y ha producido un hueco de 5 km de diámetro. En el mismo, aguas de deshielo de un color azul intenso se combinan con el blanco de la nieve ubicada en la cima de los cerros.  Un viaje encantador para todo aquel amante del turismo aventura: ripio, lomas, ríos de agua volcánica, rocas, barro y todo aquel obstáculo que se pueda imaginar.

Combinando la tecnología de las camionetas 4x4, el espíritu aventurero y lúdico de los viajeros, la destreza al volante de los conductores y un poco de fauna silvestre se puede optar por el circuito “Quebrada de los Cóndores”, oculto en el medio de la montaña “Los Quinteros” se encuentra este puesto rural donde decenas de turistas se reúnen para observa cóndores en su hábitat natural. Se llega al lugar desde el pueblo de Tama,  a 180 kilómetros de La Rioja sorteando rocas inmensas y realizando el último trayecto a pie. El sacrificio vale la pena, se llega a un precipicio que es como un gigante balcón natural desde donde se puede ver estas maravillosas aves a menos de 10 metros de distancia.

No por casualidad este tipo de travesías son cada día más buscadas entre jóvenes y adultos. Se trata de momentos en los que uno pone a prueba su capacidad de resistir a grandes presiones, y a inyecciones de adrenalina increíbles. También se prueba la confianza en el otro que nos conduce y en un vehículo que no puede fallar bajo ningún punto de vista. 

24 oct 2012

El increíble paisaje del Valle de la Luna

El valle de la Luna es conocido también como Parque Provincial Ischigualasto. Es un área protegida que se sitúa en la provincia de San Juan, en el extremo norte de la misma y tiene unas 275.369 hectáreas. Su nombre fue dado por el antiguo dueño de la estancia Ischigualasto y fue declarado Patrimonio de la humanidad en el año 2000 por la Unesco. Ischigualasto proviene de voces diaguitas y significa “sitio donde no hay vida” o “lugar de la muerte” aunque también hay versiones que dicen que proviene del quechua y significa “lugar donde se posa la luna”. 

El Valle de la Luna se encuentra a unos 330 km de la ciudad capital de San Juan y es una reserva paleontológica y geológica apreciada mundialmente en la que se pueden ver restos fósiles del periodo triásico así como rocas que documentan la historia de la tierra. Su paisaje es muy particular, se conjugan extrañas formas con los más variados colores y la escasa vegetación. Científicos calculan que las formaciones que pueden encontrarse en este lugar tienen entre 180 y 230 millones de años de antigüedad y pueden apreciarse en forma completa y ordenada cronológicamente. 

Si bien es un lugar ideal para estudiosos del tema y amantes de la historia, también atrae la atención de miles de turistas provenientes de todas partes del mundo. En el lugar existe una especie de museo en el que se enseña el proceso de extracción de un fósil y se explican algunas peculiaridades de los mismos. También se puede hacer un recorrido en auto, que dura aproximadamente 3 horas pero tiene que ser con un guía turístico. Otra opción es realizarlo en bicicleta. En el parque existe también un volcán ya extinto denominado Cerro Morado al cual se puede ascender por el tiempo de una hora aproximadamente. 

El Valle de La Luna es un lugar mágico y hostil de un clima muy cambiante entre verano e invierno, con mucho sol, muy seco, ventoso y frío por la noche. Deslumbra no solo porque marca el inicio de la vida en la tierra sino también porque allí se puede vivenciar la soledad y el silencio que abruma y sentir el espíritu de los animales que lo habitaron. Paisaje desértico lleno de formaciones arcillosas que la naturaleza humana se encaprichó en darle nombres de cosas cotidianas. Así surgieron las geoformas. Entre ellas podemos mencionar “La Cancha de Bochas”: constituye un misterio que aún no se ha revelado y es una superficie plana llena de esferas perfectamente pulidas en forma circular. “El Hongo” constituye una clara muestra de la erosión provocada por el viento y el agua que hizo que en el medio sea más estrecha y pudiera asemejarse a un hongo. “Valle Morado” se asemeja a un indio acostado y es una formación que se eleva a más de 1400 metros sobre el nivel del mar. Otras “siluetas” conocidas son: “El Gusano”, “Valle Pintado”, La Esfinge”, “El Submarino”, entre otras. Entre los restos de dinosaurios que se encontraron allí no se puede dejar de mencionar a Eodromaeus, que vivió hace más de 230 millones de años, medía 1.60 mts de largo y se lo considera el padre del “Tiranosaurio Rex” o “Velocirraptor”. 

 Mítico, fascinante, misterioso, el Valle de La Luna es una atracción para toda la familia, no solo para los amantes de la paleontología y geología sino para todo aquel que quiera tener una vivencia plena con la naturaleza en todo su esplendor.

Visitando el Parque Nacional Talampaya

El turismo sustentable o sostenible es una modalidad por la cual muchos visitantes optan por conocer y disfrutar de muchas áreas y atractivos sin descuidar la naturaleza, donde su atención y conservación; involucra personas y organizaciones cuya preocupación es la protección del medioambiente.

Asimismo, esta es una modalidad que respeta los espacios y los individuos que habitan allí integrándolos tanto en su cultura como generando empleos que le devuelvan riqueza a la localidad. La filosofía del turismo sustentable se ve fuertemente ligada a la construcción de Parques Nacionales que protejan áreas naturalmente vulnerables o que requieran conservación. 

Los parques nacionales en Argentina se encuentran divididos en cuatro zonas (noroeste, noreste, centro y Patagonia respectivamente) y suman más de 50 en todo el país. Entre los de la zona céntrica de nuestro país encontramos El Leoncito, Otamendi, Quebrada del Condorito, Talampaya, entre otros. Este último se encuentra ubicado al centro oeste de la provincia de La Rioja, fue creado en el año 1997 y su superficie abarca más de 200 mil hectáreas. Se puede llegar allí tanto desde Córdoba como La Rioja por las rutas provinciales número 38 y 150 y se puede hacer tanto en colectivo, como en avión (luego en vehículo terrestre) o en auto. Es importante remarcar la alta frecuencia de las líneas de colectivo entre ambas provincias mencionadas. Para conocer esta área protegida, hay que tener en cuenta que su clima es muy árido y seco, por lo cual se aconseja llevar protectores solares por la intensa radiación así como abrigo para la noche por la gran amplitud térmica; además, es necesario tener en cuenta que en verano suele llover muy abundantemente y entre julio y octubre el clima está marcado por fuertes vientos, entre ellos el Zonda. 

En cuanto a sus características naturales, se destaca no solo por lo asombroso de sus formaciones geológicas que delatan miles de años de antigüedad sino también por su diversidad y la capacidad de sus especies para adaptarse a las condiciones desérticas. Entre la flora encontramos jarillas, cactus, retamos y algarrobos además de un arbolito distintivo de la zona llamado Brea. Los animales que conviven en la región son en su mayoría zorros del monte, guanacos, tortugas terrestres, lagartijas, cóndores y halcones. 

Es importante mencionar la relevancia paleontólogica que posee el lugar por la abundancia de restos fósiles existentes en la zona; los cuales son una notoria prueba del paso de la Era de los Dinosaurios por el lugar, 200 millones de años atrás. A tener en cuenta por todo aquel que pretenda visitar este Parque Nacional es que lo debe hacer acompañado por un guía turístico y además que se encuentra abierto de 8.30 hs a 17.30 del 1ro de mayo al 10 de septiembre y de 8 a 18 hs desde 11 de septiembre al 30 de abril. El lugar cuenta con un área de servicios con confitería, sanitarios, hospedajes, proveeduría, etc. 

También, a pocos kilómetros hacia el norte existen pueblos con hoteles y todos los servicios. Los amantes de la naturaleza, la historia y la tranquilidad tienen que dar por descontado que visitando el Parque Nacional Talampaya van a encontrar todo lo que buscan y más aún, se van a llevar la grata sorpresa de volver muy distintos a como fueron.

10 oct 2012

Flora y Fauna del Parque Nacional Talampaya

Argentina es un país muy rico no solo por su diversidad paisajística y geográfica sino también por la diversidad de climas y por ende, la variedad de flora y fauna que se puede encontrar. La Rioja es una provincia continental, es decir alejada tanto del océano atlántico como del pacífico, su capital se encuentra a casi 500 metros sobre el nivel del mar, posee un relieve montañoso y con escasas lluvias. Por estos y otros motivos, en general su clima es seco, árido, y con una gran amplitud térmica, haciendo que su flora y fauna sean especies que se adapten perfectamente a las condiciones climáticas y a las variaciones de alturas, tanto en regiones montañosas como en la llanura desértica. 

Entretanto, Talampaya es una región de La Rioja que ocupa las serranías bajas al oeste de la provincia, allí se creó el Parque Nacional del mismo nombre con el objetivo, entre otros, de procurar la preservación de la biodiversidad de la región. El lugar que ocupa es el del monte, o estepa, donde predominan matorrales y los bosques de algarrobo muy esparcidos. En general, la vegetación es arbustiva, diseminada y baja, entre las plantas características de este lugar se encuentra el Retamo sin hojas y Tallos verdes, las jarillas resinosas de follaje brillante y la brea, árbol de corteza lisa y brillante que en primavera se cubre de flores amarillas. 

Además, no se puede dejar de mencionar como característico de este lugar a “la chica” un árbol endémico de las provincias de La Rioja, San Juán y San Luis. Otras plantas características de la zona son las cactáceas y los cardones. También, cerca de flujos de agua es posible vislumbrar bosques de algarrobos. Cerca de las sierras hay algunos ejemplares de algarrobo blanco y negro lo cual sugiere la existencia de depósitos de agua cerca de la superficie del suelo. La fauna está representada en primer lugar por las aves, luego reptiles y algunos mamíferos. 

Animales comunes en el Parque Nacional de Talampaya son los zorros grises, la chuña de patas negras y la calandria mora; entre sus altos y rojizos paredones es posible encontrar aves rapaces como el cóndor, el águila mora y el halcón peregrino, siendo morada de roedores como el chin chillón. Hay especies silvestres en este Parque Nacional de La Rioja que merecen su mención ya que habitan y son protegidos por este lugar. Entre ellas encontramos varias exclusivas de Argentina como las aves “gallito-arena” o “pampa-guanaco”, el canastero rojizo y el cachalote pardo, el mamífero "intiquirquincho"; y, entre la flora el “retamo”, la “chica” y la “verdolaga”. Muchas especies autóctonas y otras que han llegado al lugar por la acción del hombre son las que se pueden admirar en el Parque Nacional Talampaya. 

Pero lo interesante no es solo mirar sus especies sino también entenderlas como parte de su espacio, razonar cómo se han adaptado a las condiciones climáticas y geográficas. Es muy interesante tanto para escolares como para adultos, el hecho de poder darse una idea de cómo la naturaleza es sabia y acomoda cada una de sus creaciones en su lugar.