26 nov 2012

Parque Nacional Los Cardones


Viajar por Argentina es estar dispuesto a asombrarnos una y otra vez y a cada paso que damos por la increíble variedad de paisajes con los que nos encontraremos a medida que vamos de sur a norte, de oeste a este, en cualquiera de las direcciones de nuestra brújula o nuestro GPS incorporado al auto o nuestro viejo mapa.
No importa la forma de viajar, en Argentina encontraremos la forma de disfrutar de cada uno de los caminos y los destinos, que son muchos. Dentro de esa larga lista se encuentra la provincia de Salta, una de las más visitadas del norte argentino y que forma parte ya del tradicional camino del Inca que realizan muchos jóvenes mochileros que van ascendiendo desde la provincia de Tucumán hasta traspasar el límite nacional, subir por Bolivia y llegar hasta Perú donde se encontrarán con el imponente Machu Pichu.
Pero paisajes imponentes también encontramos en esta parte del mapa argentino. Muchos de ellos son conocidos internacionalmente y visitados por múltiples contingentes de turistas, y muchos otros pasan desapercibidos porque realmente no se les da el valor que verdaderamente tienen, como es el caso de los parques nacionales en Salta.
Los parques nacionales son áreas protegidas por ley en las que se encuentra en su estado más puro la naturaleza y sus manifestaciones: la flora y la fauna de cada lugar, habitando un lugar que es propio y lejos de las amenazas como la deforestación o la depredación, en definitiva, lejos de la mano codiciosa del hombre que solo caza por el placer de sentirse superior sin tener en cuenta las consecuencias que la desaparición de esas especies podría traer al medio ambiente.
Uno de estos parques nacionales en Salta es el Parque Nacional Los Cardones que en sus 64.117 hectáreas nos muestras cómo es el paisaje de los biomas de la puna, prepuna y la región del monte en una extensión de tierra seca y de altura que ante los ojos de quien lo mira es un desierto en pleno norte argentino.
Este parque fue creado en el año 1996 y es el más reciente de los parques nacionales en Salta aunque el acceso al turismo todavía no está permitido pues sus terrenos son del ámbito privado.
La importancia fundamental de esta parque ubicado en el sur del Departamento Cachi y al noreste del Departamento San Carlos, es que es un gran protector de las especies animales del norte del país tales como la vicuña y la taruca, ambas en peligro de extinción, lo que hace más que necesario el hecho de poder tener un ambiente libre de la depredación y la caza del ser humano. La caza de estos animales no solo está prohibida dentro de este parque sino también fuera de él, lo que nos da una pauta de la situación extrema en la que se encuentra la especie.
Existen en el lugar otras especies animales tales como las de los zorros, burros, quirquinchos, cóndores, loros, huaipos, guanacos, pumas, chinchillones, pericotes y quirquinchos chicos, entre muchos otros, que nos sorprenden en medio del paisaje árido que vamos conociendo en el que el principal protagonista es el cardón.
La gran presencia de los cardones se debe a las alturas alcanzadas por este parque, las cuales varían entre los 2700 y los 500º metros sobre el nivel del mar, haciendo el lugar propicio para la proliferación de los cardones.
Esta especie guarda una relación muy íntima con el norte argentino no solo por ser parte de su paisaje desde siempre sino porque es parte de su historia misma, siendo conocida la leyenda de que las figuras de esta especie era utilizada desde el Imperio Inca como un factor de confusión ante el enemigo invasor quien creía que se trataba de hombres apostados en las laderas de los cerros dispuestos a atacar. Esta estrategia fue utilizada por las mismísimas tropas que defendieron nuestro territorio contra los realistas en la conformación de la Patria.
Dentro de este parque tenemos distintas zonas de interés como el Calle Encantado, las huellas de dinosaurios y el Cerro Negro o Malcante. El Valle Encantado es un espacio que nos permite apreciar las lagunas congeladas que se forman con la caída de las aguas desde lo alto de la montaña y de las lluvias; además en ese lugar podemos apreciar el hermoso paisaje de las flores coloridas que crecen entre las piedras y el de las pinturas rupestres sobrevoladas por los imponente cóndores.
Se puede ver también las huellas de los dinosaurios grabadas en placas de arcilla y el Cerro Negro que se alza a unos 5050 metros sobre el nivel del mar como el guardián de todo este parque que es sin duda uno de los más hermosos de los parques nacionales en Salta.

Ruinas La Ciudacita en Tucuman


Tucuman es un lugar cargado de relatos y de historia. Sus calles, edificios y recovecos son significativos, en el sentido en se constituyen como testimonios materiales de un pasado que hoy nos configura de alguna manera. Situada en la región geográfica del Noroeste Argentino, es la provincia más pequeña de Argentina y tiene por ciudad capital a la pintoresca San Miguel de Tucumán. También forma parte de la Región del Norte Grande Argentino, limita al norte con la provincia de Salta, colinda al este y sur con Santiago del Estero y al oeste y sur con Catamarca.

En Tucumán podemos hallar sitios naturales majestuosos. Cadenas montañosas, valles y sierras conforman la geografía característica de su territorio. Como veníamos diciendo, posee múltiples sitios históricos. La provincia posee una riqueza arquitectónica, cultural y patrimonial sin paralelo.

Y estrechamente relacionado a ello, en su territorio se sitúan importantes zonas arqueológicas, que a lo largo de los años fueron descubiertas e investigadas por la antropología. Es importante decir, en este sentido, que en Tucumán se asentaban hace muchos años atrás, antiguas civilizaciones autóctonas, como las de Cultura Candelaria, Cultura Tafí  y Cultura Condorhuasi, y posteriormente, la cultura Santa María que tuvo lugar, fundamentalmente, en los Valles Calchaquíes, dando origen a las pequeñas ciudades fortificadas de Quilmes y Tolombó.

Hoy en día, se pueden apreciar las huellas que estas civilizaciones han dejado en la tierra. En este sentido, mencionamos a las Ruinas La Ciudadita.  Se ubican a nade menos que 4.200 metros de altura, sobre una cadena montañosa perteneciente a la zona de los Nevados del Aconquija. Son asentamientos, ruinas de forma escalonada que se construyeron sobre la ladera, y que aún se conservan como antiguas construcciones de las civilizaciones que habitaban esas tierras hace años atrás. Las ruinas resultan impactantes, por el gran tamaño de la superficie y por el detalle y la calidad del trabajo realizado con piedras lajas de color grisáceo.Se calcula que la construcción es  posterior al año 1480 D.C. El lugar se encuentra diferenciado en dos sectores de edificaciones, que están unidas por un camino empedrado. Ambos poseen distintos tipos de estructura de piedra con diferentes formas geométricas.

Si bien la historia de su origen es aún un polo de discusión, algo incierto, su valor cultural posee una inmensa riqueza. Algunas historias postulan que este era un espacio sagrado de la Cultura Tafi, destinado a la observación de los astros; otras posturas, sostienen en cambio, que las ruinas pertenecen a construcciones propias del Imperio Inca, ya que la puerta de entrada al recinto ceremonial, se encuentra, como en la civilización proveniente del Machu- Pichu, perfectamente alineada con la salida del sol.

Para conocer este lugar, se necesita aproximadamente de una semana si se quiere realizar una excursión. Se puede hacer a lomo de mula o a pie, y siempre bajo el camino indicado por el guía autorizado del Parque Nacional, que acompaña la aventura.



Adentrarse a este mundo, es poder habitar una historia y una cultura que, aunque nos puedan resultar ajenas normalmente, son fundamentales en la constitución actual de Tucumán y la región, y de su gente.

B. Nocioni.

23 nov 2012

Almeria Hotel

En Salta “La Linda” sus paisajes de ensueño conquistan a los viajeros, que año tras año han ido creciendo en número. La plaza hotelera ha acompañado dicho crecimiento, y hoy se pueden encontrar distinguidos lugares para pasar una estadía cómoda en instalaciones ideales.
Tal es el caso de Almeria Hotel, uno de los mejores hoteles de la ciudad de Salta. 
 
En el año 2005, surge este hotel con la idea de aportar a la ciudad un nuevo establecimiento que satisfaga las expectativas de los viajeros. Servicio de calidad, orden, elegancia y hospitalidad son algunas de las consignas básicas que siguen los empleados de este alojamiento, y que el viajero podrá encontrar en él.
Se encuentra en una categoría de 4 estrellas, que busca agasajar al huésped con los mejores servicios y atención personalizada. Así, el viajero podrá sentir la calidez y el encanto que caracteriza a Salta. Es recomendado tanto para aquel que viaja por negocios como por aquel que llega a la ciudad para vacacionar.

Una de las grandes ventajas que ofrece el hotel es su ubicación céntrica: se encuentra situado en la calle Vicente López, a sólo 3 cuadras del casco histórico de la provincia de Salta: el Cabildo, la Catedral Basilica, la Plaza 9 de Julio y otros alrededores se le presentarán al turista como lugares imponentes y con una belleza perfecta. 
 
Aquí, el turista podrá tomar un café o también encontrar tiendas comerciales donde adquirir cualquier producto. También encontrará museos como el Museo de Alta Montaña y el de Arte Contemporáneo. Así, el viajero encontrara a sólo pocos pasos caminando un montón de atracciones para disfrutar de “la Linda” del Norte argentino.
Todas las habitaciones que ofrece el hotel son cómodas, con un diseño elegante, y equipadas con muebles y amenidades para que el viajero pueda sentirse a gusto. Hay de distinto tipo: Almeria Suite, Mojacar, Ejecutiva, Superior, Clásica Externa, Clásica Interna y Especial.
A pesar de tener diferentes estilos, y de que algunas posean algunas facilidades extra, todas ellas ofrecen lo siguiente: televisión por cable, teléfono con discado directo nacional e internacional, mini-bar, aire acondicionado y calefacción regulable individual, cajas de seguridad. Los baños son privados, y cada uno de ellos está equipado con bañadera, secador de cabello, teléfono y amenidades de higiene personal.
La “Almería Suite” es una gran decisión al elegir habitación, ya que además posee ducha escocesa, y un jacuzzi que ofrece una grandiosa vista a uno de los cerros más conocidos de la ciudad, el Cerro San Bernardo.
La habitación Mojacar está ubicada en el cuarto piso, y en ella se puede disponer de hidromasaje.
Estos dos dormitorios son los más elegidos por los clientes, ya que ofrecen la posibilidad de disponer de su propio jacuzzi para relajarse en la intimidad de la habitación.
Igualmente, el resto de las habitaciones son ampliamente recomendadas.
La habitación Especial está pensada para personas que poseen capacidades especiales, ya que permite el cómo acceso y movimiento con silla de ruedas. Además permite que se conecte a otra habitación, en caso de ser necesario.

Los servicios gastronómicos del hotel lo dejarán sorprendido, ya que en el “Restaurante Darrical” podrá acceder a los mejores platos regionales e internacionales, preparados por las manos talentosas de un insuperable equipo de cocina. Su creatividad y profesionalismo logran reunirse en deliciosos platos que usted encontrará en el menú. Según una opinión generalizada, este es uno de los mejores restaurantes de la ciudad.
Los momentos de relax, de placer y descanso son una consigna a cumplir para el hotel. Es por eso que usted encontrará un servicio de spa, en donde podrá someterse a los mejores masajes y cuidados de los profesionales a cargo para sentirse renovado. Además encontrará jacuzzi, sauna, baño escocés, baño finlandés y máquinas para hacer ejercicios.
En el spa podrá disfrutar no sólo de tratamientos y masajes, sino también de una maravillosa vista a la ciudad que le hará compañía mientras usted se relaja.

En el hotel tendrá acceso a distintos servicios que harán que su estadía sea completa. Entre ellos, encontrará: conexión a Internet, desayuno gourmet todas las mañanas, recepción abierta las 24 horas, caja fuerte, ascensores, asistencia médica, personal bilingüe, servicio de seguridad, estacionamiento cubierto, ambientes climatizados, gimnasio, restaurante, spa, entre otros.

El hotel le ofrece la posibilidad de obtener distintas promociones y beneficios para obtener descuentos y noches gratuitas. Además, podrá pedir la elaboración de un presupuesto grupal, si viaja con numerosas personas.

Tres características pueden sintetizar lo que usted encontrará en el hotel Almería: ubicación estratégica y cercana a los puntos de mayor interés de la ciudad, cómodas instalaciones con un diseño distinguido, y un personal de servicio que lo asistirá en cualquier demanda a consulta que se le presente. 
 
Sun dudarlo, este alojamiento es uno de los mejores de la ciudad que lo hará vivir un momento inolvidable en su paseo por Salta.

21 nov 2012

Parques Nacionales en Salta

No hay duda alguna que cada uno de los rincones del planeta Tierra tiene sus atractivos particulares y sus bellezas naturales con las cuales sorprendernos. Pero tampoco podemos engañarnos pensando que todos los lugares son iguales y que cada región es tan rica como la de al lado. En tal sentido, es innegable que el continente sudamericano es uno de los que alberga la mayor cantidad de zonas salvajes, que nos asombran con sus variados paisajes, su particular flora y su riquísima fauna.

Es cierto que la gran mayoría de estas riquezas se concentran en el Amazonas, pero ello no quiere decir que no haya otros lugares que valga la pena visitar. Tomemos el noroeste argentino como un excelente ejemplo de esto. Un secreto a voces durante muchos años, las provincias que componen esta región realmente puede alardear acerca de sus paisajes montañosos y coloridos, con ríos briosos y todo tipo de atractivos naturales. Jujuy, Tucumán y muy especialmente, la provincia de Salta, son clarísimos ejemplos de estos.

Esta última es uno de los lugares en donde más se puede disfrutar de la naturaleza ( no por nada la provincia es conocida como “La linda”). Ello no solo se debe a la gracia del desarrollo de paisajes cautivantes a través de años y años de formación geológica, sino también a todos los esfuerzos de los habitantes salteños para preservar lo que la naturaleza sabiamente ha creado en tanto tiempo.

Así, es importantísimo remarcar la existencia de una gran cantidad de parques nacionales en Salta, que habla muy bien de las políticas de preservación de los ambientes naturales y de todo lo que habita allí. Porque por más belleza natural que se tenga en una región determinada, ella solo vale si se la cuida al extremo del desgaste, de las modificaciones indiscriminadas y de las demás amenazas que atentan contra lo que vive allí.

De este modo, los salteños (y todos los turistas que decidan visitar esta hermosa región) podrán disfrutar de estas áreas naturales, en donde es posible admirar todo tipo de especímenes autóctonos al tiempo que se aprende sobre todos ellos. Es que la función de los parques nacionales no solo es la de preservar y proteger la vida sino también de educar a los visitantes para que ellos también lo hagan.

En tal sentido, la provincia goza de un proyecto serio y sostenido que se ha encargado de mantener y abrir nuevas zonas protegidas, iniciativa que se inició en 1934 como una forma de imitar lo realizado por el perito Francisco Moreno. De este modo, en un primer instante se decidió a “ultraproteger” ciertas zonas para explotar el turismo y para que sirvan de escudos para preservar especies amenazadas. Pero esa visión dio lugar a un enfoque más integrador que dio paso a la investigación científica.

Así, se establecieron varios parques nacionales en territorio salteño, aprovechando las bondades de la geografía de la región. De este modo, uno de los más importantes de toda la provincia es el Parque Nacional El Rey, un predio de casi 45 mil hectáreas que fue creado en 1948 con la finalidad de proteger un sector de Yungas y una zona de transición que las separa del Chaco Serrano. Ubicado a unos 80 kilómetros de la capital, este Parque está rodeado de cordones montañosos, presenta numerosos arroyos, posee especies típicas del bosque chaqueño y alberga a tapires, zorros, macas y patos de todo tipo.

Otra de las alternativas en lo que se refiere a este tipo de espacios verdes es el Parque Nacional Baritú, que se ubica en el nordeste de la provincia y posee la impresionante extensión de casi 73 mil héctareas. Delimitado por cerros de miles de metros de altura como el Cerro de las Pavas y el Cerro Negro, es cruzado por varios cauces de agua que surcan su vegetación típica de la selva de montaña. Allí, y con mucha suerte, es posible admirar dos magníficos ejemplares de felinos: el yaguareté y el ocelote, especies muy amenazadas que aún subsisten en estas tierras.

Finalmente, el Parque Nacional Los Cardones es el más nuevo y uno de los más peculiares.
Creado en 1996 con la idea de preservar los Biomas Andinos del Noroeste Argentino, muestra orgullosamente sus cardonales que se erigen en las laderas de los cerros. Además de presentar un paisaje realmente único, hay varias leyendas muy pintorescas que hacen que una visita a este lugar sea realmente inolvidable.

Esta interesante oferta de parques nacionales se complementa con un interesante número de reservas naturales que se distribuyen a lo largo de toda la provincia de Salta. De este modo, esta región de Argentina es una de las más cuidadosas en lo que refiere a la naturaleza y el medio ambiente, sentando un precedente que todas los demás territorios deberían tomar como un ejemplo a seguir.

24 oct 2012

El increíble paisaje del Valle de la Luna

El valle de la Luna es conocido también como Parque Provincial Ischigualasto. Es un área protegida que se sitúa en la provincia de San Juan, en el extremo norte de la misma y tiene unas 275.369 hectáreas. Su nombre fue dado por el antiguo dueño de la estancia Ischigualasto y fue declarado Patrimonio de la humanidad en el año 2000 por la Unesco. Ischigualasto proviene de voces diaguitas y significa “sitio donde no hay vida” o “lugar de la muerte” aunque también hay versiones que dicen que proviene del quechua y significa “lugar donde se posa la luna”. 

El Valle de la Luna se encuentra a unos 330 km de la ciudad capital de San Juan y es una reserva paleontológica y geológica apreciada mundialmente en la que se pueden ver restos fósiles del periodo triásico así como rocas que documentan la historia de la tierra. Su paisaje es muy particular, se conjugan extrañas formas con los más variados colores y la escasa vegetación. Científicos calculan que las formaciones que pueden encontrarse en este lugar tienen entre 180 y 230 millones de años de antigüedad y pueden apreciarse en forma completa y ordenada cronológicamente. 

Si bien es un lugar ideal para estudiosos del tema y amantes de la historia, también atrae la atención de miles de turistas provenientes de todas partes del mundo. En el lugar existe una especie de museo en el que se enseña el proceso de extracción de un fósil y se explican algunas peculiaridades de los mismos. También se puede hacer un recorrido en auto, que dura aproximadamente 3 horas pero tiene que ser con un guía turístico. Otra opción es realizarlo en bicicleta. En el parque existe también un volcán ya extinto denominado Cerro Morado al cual se puede ascender por el tiempo de una hora aproximadamente. 

El Valle de La Luna es un lugar mágico y hostil de un clima muy cambiante entre verano e invierno, con mucho sol, muy seco, ventoso y frío por la noche. Deslumbra no solo porque marca el inicio de la vida en la tierra sino también porque allí se puede vivenciar la soledad y el silencio que abruma y sentir el espíritu de los animales que lo habitaron. Paisaje desértico lleno de formaciones arcillosas que la naturaleza humana se encaprichó en darle nombres de cosas cotidianas. Así surgieron las geoformas. Entre ellas podemos mencionar “La Cancha de Bochas”: constituye un misterio que aún no se ha revelado y es una superficie plana llena de esferas perfectamente pulidas en forma circular. “El Hongo” constituye una clara muestra de la erosión provocada por el viento y el agua que hizo que en el medio sea más estrecha y pudiera asemejarse a un hongo. “Valle Morado” se asemeja a un indio acostado y es una formación que se eleva a más de 1400 metros sobre el nivel del mar. Otras “siluetas” conocidas son: “El Gusano”, “Valle Pintado”, La Esfinge”, “El Submarino”, entre otras. Entre los restos de dinosaurios que se encontraron allí no se puede dejar de mencionar a Eodromaeus, que vivió hace más de 230 millones de años, medía 1.60 mts de largo y se lo considera el padre del “Tiranosaurio Rex” o “Velocirraptor”. 

 Mítico, fascinante, misterioso, el Valle de La Luna es una atracción para toda la familia, no solo para los amantes de la paleontología y geología sino para todo aquel que quiera tener una vivencia plena con la naturaleza en todo su esplendor.

Visitando el Parque Nacional Talampaya

El turismo sustentable o sostenible es una modalidad por la cual muchos visitantes optan por conocer y disfrutar de muchas áreas y atractivos sin descuidar la naturaleza, donde su atención y conservación; involucra personas y organizaciones cuya preocupación es la protección del medioambiente.

Asimismo, esta es una modalidad que respeta los espacios y los individuos que habitan allí integrándolos tanto en su cultura como generando empleos que le devuelvan riqueza a la localidad. La filosofía del turismo sustentable se ve fuertemente ligada a la construcción de Parques Nacionales que protejan áreas naturalmente vulnerables o que requieran conservación. 

Los parques nacionales en Argentina se encuentran divididos en cuatro zonas (noroeste, noreste, centro y Patagonia respectivamente) y suman más de 50 en todo el país. Entre los de la zona céntrica de nuestro país encontramos El Leoncito, Otamendi, Quebrada del Condorito, Talampaya, entre otros. Este último se encuentra ubicado al centro oeste de la provincia de La Rioja, fue creado en el año 1997 y su superficie abarca más de 200 mil hectáreas. Se puede llegar allí tanto desde Córdoba como La Rioja por las rutas provinciales número 38 y 150 y se puede hacer tanto en colectivo, como en avión (luego en vehículo terrestre) o en auto. Es importante remarcar la alta frecuencia de las líneas de colectivo entre ambas provincias mencionadas. Para conocer esta área protegida, hay que tener en cuenta que su clima es muy árido y seco, por lo cual se aconseja llevar protectores solares por la intensa radiación así como abrigo para la noche por la gran amplitud térmica; además, es necesario tener en cuenta que en verano suele llover muy abundantemente y entre julio y octubre el clima está marcado por fuertes vientos, entre ellos el Zonda. 

En cuanto a sus características naturales, se destaca no solo por lo asombroso de sus formaciones geológicas que delatan miles de años de antigüedad sino también por su diversidad y la capacidad de sus especies para adaptarse a las condiciones desérticas. Entre la flora encontramos jarillas, cactus, retamos y algarrobos además de un arbolito distintivo de la zona llamado Brea. Los animales que conviven en la región son en su mayoría zorros del monte, guanacos, tortugas terrestres, lagartijas, cóndores y halcones. 

Es importante mencionar la relevancia paleontólogica que posee el lugar por la abundancia de restos fósiles existentes en la zona; los cuales son una notoria prueba del paso de la Era de los Dinosaurios por el lugar, 200 millones de años atrás. A tener en cuenta por todo aquel que pretenda visitar este Parque Nacional es que lo debe hacer acompañado por un guía turístico y además que se encuentra abierto de 8.30 hs a 17.30 del 1ro de mayo al 10 de septiembre y de 8 a 18 hs desde 11 de septiembre al 30 de abril. El lugar cuenta con un área de servicios con confitería, sanitarios, hospedajes, proveeduría, etc. 

También, a pocos kilómetros hacia el norte existen pueblos con hoteles y todos los servicios. Los amantes de la naturaleza, la historia y la tranquilidad tienen que dar por descontado que visitando el Parque Nacional Talampaya van a encontrar todo lo que buscan y más aún, se van a llevar la grata sorpresa de volver muy distintos a como fueron.

22 oct 2012

Disfruta de Semana Santa en Tilcara

La celebración de la Semana Santa para los católicos es una instancia de reflexión, de encuentro con uno mismo y de gozo y alegría por el renacer de cristo. Para los Tilcareños es mucho más que eso. Devotos de la Virgen de Copacabana y emotivos adoradores de la Pachamama, los habitantes de Tilcara viven año a año los festejos de semana santa con una profunda y conmovedora pasión.
 
Cuidadosos organizadores de la celebración, los Tilcareños comienzan los preparativos durante días y hasta meses antes. Una de las postales clásicas de la Semana santa en Jujuy son las ermitas; dibujos e imágenes religiosas que las familias y artistas recrean utilizando diversos materiales. Tradición que perdura en las nuevas generaciones, los días antes a la celebración se realizan dibujos sobre grandes lienzos que luego son completados y coloreados utilizando frutos de la tierra (granos, semillas, pétalos de flores, ramas, etc). Las imágenes recrean momentos bíblicos o situaciones que el pueblo de Tilcara atraviesa actualmente. Generalmente son terminadas antes del Domingo de Ramos.
 
Durante el Lunes Santo comienza formalmente la celebración. Numerosos grupos (de la misma ciudad y de otros caseríos o poblaciones contiguas) descienden por la montaña y recorren las calles para participar del festejo. Acompañados por el ritmo que marcan los sikuris y seguidor por el sonido de bombos y platillos, los habitantes se acercan a la parroquia. Cargados de una profunda fe y devoción, ingresan de rodillas a la iglesia para recibir la bendición. Mientras entonan una variación musical (a la que ellos denominan las adoraciones), se acercan al altar en donde el cura los espera. Cada grupo es nombrado por el sacerdote, quien además cita su historia, y es bendecido. Posterior a ello, comienza la peregrinación hasta el Santuario de Abra de Punta Corral, en donde celebraran la Mamita de los Cerros.
 
El miércoles Santo en una larga procesión, llevan la imagen de la Virgen de Copacabana desde el Santuario hasta la iglesia. Durante el viernes se exponen las ermitas en algunas esquinas de la ciudad para ser admirada por los habitantes. Al caer la noche las puertas de la Iglesia se abren invitando a los Tilcareños a presenciar el descenso de Cristo de la cruz para ser colocado en el altar (en posición yacente), en donde se adora una imagen de la Madre Dolorosa. El Sábado Santo se realiza el tradicional Vía Crucis, llevando en la peregrinación a la Madre Dolorosa. Todas las estaciones son iluminadas al anochecer. Cada familia retira las ermitas de las esquinas y se preparan para la celebración del domingo. Durante el Domingo de Pascua, los grupos se reúnen para celebrar con comidas típicas y bailes al ritmo de los sikus, la resurrección de Cristo.
 
Sin dudas la Semana Santa en Jujuy se vive con una intensidad y una emoción muy particular. Las calles del Tilcara se llenan de fe y un clima de devoción inunda toda la Quebrada de Humahuaca. Católicos o no, es una celebración mágica que despierta las más profundas emociones en quienes tienen la dicha de participar. Una fecha especial para vivir en Tilcara.