28 nov 2012

Ruinas de Condorhuasi en Tucuman



Tucumán es la provincia más pequeña de la Argentina, y se denomina popularmente como “el jardín de la República”. Adquiere esta denominación gracias a la belleza de sus entornos naturales, su rebosante vegetación y su propicio clima, que en otoño y en invierno también son bastante cálidos. Forma parte de la región geográfica del Noroeste Argentino (NOA), y también, se encuentra ubicada dentro de la Región del Norte Grande Argentino. Colinda al norte con la provincia de Salta, al este y sur con Santiago del Estero y al oeste y sur con Catamarca. La ciudad de San Miguel de Tucumán fue designada como capital.

Además de su belleza natural, la provincia de Tucumán es muy visitada como espacio histórico. Su patrimonio arquitectónico, sus calles y rincones, tienen mucho para contar acerca de la historia de la independencia de un país llevado adelante por hombres y mujeres comunes. La grandeza de su cultura y de su historia, se ve materializada en diversos espacios que hoy se ponen en alza como símbolos de los argentinos.

Por otro lado, la geografía tucumana postula un lugar muy interesante para explorar detenidamente. Un espacio marcado por las sierras, los valles, los cerros y la cadena montañosa de la Cordillera de los Andes.

En este sentido, entre el intenso verde de los valles tucumanos, podemos mencionar a las espectaculares Ruinas de Condorhuasi. Ubicadas entre Cafayate y Tafí del Valle, este increíble sitio arqueológico posee una historia que forma parte de la identidad tucumana. Las ruinas se presentan como el lugar en donde se refugiaron algunos aborígenes después de la caída de los Indios Quilmes, en manos de los colonizadores españoles, allá por el año 1667. La historia antigua cuenta que este sitio ya había sido ocupado por grupos indígenas de agricultores y pastores poco después de comienzo de la era cristiana, y obtuvo un fundamental desarrollo entre los años 1000 y 1500.

En la actualidad, se puede recorrer la parte central del lugar. Allí se encuentra una superficie cubierta con terrazas de cultivo, obras de irrigación y estructuras habitacionales tradicionales realizadas en piedra, y muy similares a las de los Quilmes.

Asimismo, en las ruinas se pueden recorrer los cementerios de las civilizaciones ancestrales. Los visitantes podrán inmiscuirse en ese espacio y descubrir algunos detalles curiosos, por ejemplo, que los entierros de adultos se realizaban en cestas de piedra cubiertos por una piedra plana y que, en cambio, los niños eran inhumados en urnas de alfarería. También se descubrió, a través de investigaciones antropológicas, que la cerámica que se encuentra en las Ruinas de Condorhuasi corresponde al estilo Santamariano del Período Tardío, que va desde 950 al 1470 D.C.

Recorrer este lugar, cargado de relatos, de narraciones y de luchas. Un espacio que es testimonio de una civilización tan importante, que es material de un estilo de vida específico. Los acontecimientos históricos siempre dejan huellas, y la historia misma, en el presente, se transforma de manera permanente, y deja evidencias que podrán ser leídas por las futuras generaciones.

B.Nocioni.

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