Tucuman es un
lugar cargado de relatos y de historia. Sus calles, edificios y recovecos son
significativos, en el sentido en se constituyen como testimonios materiales de
un pasado que hoy nos configura de alguna manera. Situada en la región
geográfica del Noroeste Argentino, es la provincia más pequeña de Argentina y
tiene por ciudad capital a la pintoresca San Miguel de Tucumán. También forma
parte de la Región del Norte Grande Argentino, limita al norte con la provincia
de Salta, colinda al este y sur con Santiago del Estero y al oeste y sur con
Catamarca.
En Tucumán
podemos hallar sitios naturales majestuosos. Cadenas montañosas, valles y
sierras conforman la geografía característica de su territorio. Como veníamos
diciendo, posee múltiples sitios históricos. La provincia posee una riqueza
arquitectónica, cultural y patrimonial sin paralelo.
Y estrechamente
relacionado a ello, en su territorio se sitúan importantes zonas arqueológicas,
que a lo largo de los años fueron descubiertas e investigadas por la
antropología. Es importante decir, en este sentido, que en Tucumán se asentaban
hace muchos años atrás, antiguas civilizaciones autóctonas, como las de Cultura
Candelaria, Cultura Tafí y Cultura
Condorhuasi, y posteriormente, la cultura Santa María que tuvo lugar,
fundamentalmente, en los Valles Calchaquíes, dando origen a las pequeñas
ciudades fortificadas de Quilmes y Tolombó.
Hoy en día, se
pueden apreciar las huellas que estas civilizaciones han dejado en la tierra. En
este sentido, mencionamos a las Ruinas La Ciudadita. Se ubican a nade menos que 4.200 metros de
altura, sobre una cadena montañosa perteneciente a la zona de los Nevados del
Aconquija. Son asentamientos, ruinas de forma escalonada que se construyeron sobre
la ladera, y que aún se conservan como antiguas construcciones de las
civilizaciones que habitaban esas tierras hace años atrás. Las ruinas resultan
impactantes, por el gran tamaño de la superficie y por el detalle y la calidad
del trabajo realizado con piedras lajas de color grisáceo.Se calcula que la
construcción es posterior al año 1480
D.C. El lugar se encuentra diferenciado en dos sectores de edificaciones, que
están unidas por un camino empedrado. Ambos poseen distintos tipos de
estructura de piedra con diferentes formas geométricas.
Si bien la
historia de su origen es aún un polo de discusión, algo incierto, su valor
cultural posee una inmensa riqueza. Algunas historias postulan que este era un espacio sagrado de la Cultura
Tafi, destinado a la observación de los astros; otras posturas, sostienen en
cambio, que las ruinas pertenecen a construcciones propias del Imperio Inca, ya
que la puerta de entrada al recinto ceremonial, se encuentra, como en la
civilización proveniente del Machu- Pichu, perfectamente alineada con la salida
del sol.
Para conocer
este lugar, se necesita aproximadamente de una semana si se quiere realizar
una excursión. Se puede hacer a lomo de mula o a pie, y
siempre bajo el camino indicado por el guía autorizado del Parque Nacional, que
acompaña la aventura.
Adentrarse a
este mundo, es poder habitar una historia y una cultura que, aunque nos puedan
resultar ajenas normalmente, son fundamentales en la constitución actual de
Tucumán y la región, y de su gente.
B. Nocioni.