Tucumán es,
entre otras muchas cosas, una de las expresiones más hermosas de la naturaleza.
En el territorio de la provincia hallamos entornos naturales de una
majestuosidad tal, que logra erizar la piel de todos aquellos que se ponen en
inmediato contacto con el aire fresco de sus sierras, y con la intensidad
penetrante de los colores de la vegetación de sus parques y bosques.
Mencionamos esta
vez, al Parque Provincial Cochuna. Cochuna significa “quebrada por donde se pasa”
y es ésta una palabra derivada del quechua, que representa las características
geográficas de la zona. Específicamente, hace referencia a la quebrada del Río
Cochuna, como el lugar por donde se accede fácilmente a los pequeños y más altos
valles de la zona central de los Nevados del Aconquija.
El Parque
presenta una flora autóctona, que está compuesta por horco molles, laureles,
nogal y otras numerosas especies de helechos. A tan sólo 4 kilómetros de La
Banderita, la zona de Cochuna exhibe una naturaleza muy característica de la
región. Se conoce popularmente como el bosque de la fantasía, ya que la
rebosante vegetación logra hipnotizar con su excelsa belleza a los visitantes, además,
posee sendas que atraviesan la selva subtropical y su increíble microclima. Por
esto último, fundamentalmente, el lugar es visitado en todas las estaciones del
año.
Asimismo, el
parque se postula como un espacio que debe ser explorado detenidamente,
pues sus múltiples elementos son
componentes de un espacio inagotable. No obstante, Cochuna es un sitio que de
ninguna manera podría ser abordado en su entereza, su inmensidad es tan
presente, sus rincones múltiples, sus especies de flora y fauna tan vastas, que
podrían sorprendernos siempre, en cada instancia del recorrido. De la misma
manera, el parque, de una excepcional hermosura, es un espacio que no puede ser
atrapado en palabras. La extensión del lenguaje se vuelve vacía cuando buscamos
hacer una descripción del lugar y de lo que ese sitio, cargado de
espiritualidad, lleno de algo que va más allá de su presencia material, nos
logra movilizar, nos genera estando allí, en contacto inmediato con esa
naturaleza plena, viva, soberbia.
Recorrer este
lugar garantiza una experiencia para generar sólo buenos recuerdos, una
experiencia de esas memorables, que se quieren volver a vivir sin pensarlo dos
veces. Allí, existen senderos que se pueden realizar a pie –haciendo trekking- o en bicicleta de montaña. El camino comprende pasar por
entre medio de los extensos bosques subtropicales. Entre otras actividades,
para la recreación de las almas apacibles, el río Cochuna es el sitio óptimo
para la pesca de truchas.
Para quienes
prefieren un poco más de acción, también se puede recorrer el parque mediante
cabalgatas, y simultáneamente, hacer excursiones de montañismo. De esta manera,
es posible acceder a picos de altura muy importante del cordón del Aconquija,
como el Aconquija, el Clavillo, el Bolsón o Clavillo de los Cerrillos. Éste
último, con sus más de 5.500 metros sobre el nivel del mar, se presenta como la
mayor cumbre de Tucuman, y el Chimberí.
Emprender el
recorrido, es animarse a vivir una aventura que sólo un entorno natural
semejante puede ofrecernos.
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