27 dic 2012

Banda Florida y petroglifos de la isla y rio el Suri


La República Argentina es conocida como un país rico en razas y variadas costumbres tomadas tanto de inmigrantes como de aborígenes  que la habitaron desde tiempos inmemoriales. En todos los puntos del país nos encontramos con vestigios antiguos que forman parte de la historia de muchas provincias. Atractivos únicos que nos remiten a nuestra cultura precolombina. 

La cultura ciénaga radicada en territorio riojano 200 años D.C conforma la parte histórica y arqueológica de la Banda Florida, un lugar que encarna años de misterio y sabiduría. Esta cultura propiamente dicha corresponde a la etapa agro alfarera y se caracteriza por haber dejado miles de petroglifos en las paredes de este bello y enigmático lugar.

Un poco más adelante entre los años 500 y 800 D.C encontramos restos de la denominada cultura Aguada que viene a cerrar el periodo agrícola alfarero y está marcada por el arte precolombino.

La isla se encuentra ubicada a 6 Km de la localidad de Villa Union en el sector noreste de la ciudad. Si uno se dispone a recorrer Banda Florida y petroglifos de la isla y el río Suri debe saber que se embarca en una experiencia que tiene como principal testigo miles de grafías e imágenes dejadas como testimonio por parte de los habitantes del lugar.

Las grafías que allí se encuentran son de gran importancia patrimonial y cultural. Constituyen según los estudiosos los primeros intentos de comunicación del hombre con su entorno.

Pese al paso del tiempo y los cambios climáticos del lugar los petroglifos se han conservado casi en perfecto estado. La modernidad y los avances en la ciencia han llegado tarde y muchos de estos pictogramas no han podido ni podrán descifrarse.

Se encuentran inscriptos en las paredes de las ruinas y rocas. Hay millones de formas, figuras y tamaños distintos.

En el medio de Banda Florida podemos encontrar el cauce del Río Suri, podemos parar un rato en su costanera y disfrutar de sus frescas y tranquilas aguas.

Si seguimos el camino del río y a unas 15 cuadras de distancia podemos encontrar con una vieja formación rocosa denominada El Barco aquí se concentran miles de grafías de varias culturas que no han podido ser precisadas con exactitud.

Se puede visitar el lugar caminado y se torna muy divertido por la dificultad de los senderos que se mezclan con pequeñas ramas que se desprenden del Suri.

Es ideal para recorrerlo de manera tranquila y sin apuro, podemos observar la flora del lugar y con suerte vislumbrar uno que otro animal.

Está prohibido olvidar la cámara de fotos, la postal es impoluta y digna de ser retratada. El lugar además de su contenido histórico y arqueológico es un mundo nuevo, donde se respira paz, aire puro  y sin contaminación.

Los paisajes son bellos e imponentes, el color da vida y calidez a un lugar soñado. Una opción única para tener en cuenta para vuestras próximas vacaciones. Ideal para disfrutar a pleno y llevarse una experiencia rica y de gran interés cultural. Banda Florida se encuentra en los paquetes de viajes de las agencias de turismo  en la mayoría de las provincias, por ende no quedan más excusas, a visitar La Rioja se ha dicho.

Artes rupestres en el cañon de Anchumbil


Si hay un lugar en el mundo donde se pueda conocer el arte en períodos precolombinos es la zona del noroeste del país.

Las provincias de Jujuy, Salta, Catamarca, Tucumán, La Rioja y parte de San Juan fueron habitadas por los Diaguitas, quienes a partir del año 850 desarrollaron una cultura muy rica basada en el uso del metal y los trabajos de alfarería más tarde con influencia de Culturas de los Andes Centrales. Diaguita proviene del quechua y significa “serrano” aunque algunos autores también los llaman “Calchaquíes”. Se alimentaban en base al maíz, zapallo y porotos y trabajaban con llamas, guanacos y vicuñas, parte de la fauna típica de las actuales provincias del NOA. También fueron especialistas en la cerámica fabricando platos, vasijas y jarrones sin dejar de mencionar la habilidad que desarrollaron en el trabajo del oro, el cobre  y la plata.

Parte de su legado se puede encontrar reflejada en las artes rupestres en el cañón de Anchumbil. También llamado Cañadón o a la zona directamente “del cañadón” refiriéndose a una formación geológica compuesta de piedras, residuos volcánicos, etc., se encuentra enmarcado en un paisaje lleno de cardones, águilas, formaciones rocosas de color rojizo y vertientes de pura agua cristalina. Este lugar riojano se ha convertido en un verdadero paraíso no solo para turistas sino para estudiosos de la historia. Los diaguitas dejaron aquí grabados en las piedras, bien escondidos entre huecos y pasadizos, testimonios de su estilo de vida y costumbres.



Otras versiones explican que en el lugar, los que dejaron marcas de sus huellas por nuestra tierra supuestamente fueron los Incas, todo a través de pictografías y petroglifos. Se denomina Pictografía a una manera de comunicación que se remonta a culturas neolíticas y que se basa en representaciones de objetos realizadas sobre piedra. Según los expertos, cada signo de un alfabeto representa frases y no palabras únicamente. Se diferencia además de los Petroglifos ya que estos son principalmente símbolos (también tallados sobre roca) pero realizados por los antepasados al período neolítico.

De una u otra forma, Incas o Diaguitas enseñaban gráficamente cuando eran periodos de siembra, cuando se debía cazar a un animal y cómo hacerlo, mostraban sus cultos a diferentes dioses y también se usaban estas formas de comunicación con fines comerciales por ejemplo para contar cuantos animales había o cuantos se entregaban a cambio de otra cosa, etc.

Por acción del clima y de la erosión, muchos mensajes se han ido perdiendo a lo largo de los años o se han vuelto indescifrables. Es por ese motivo que muchas personas están al cuidado de estos preciados lugares y allí se debe ser lo más cuidadoso posible.

En definitiva, en este misterioso e impactante atractivo, a través de pictografías o petroglifos, culturas pasadas, milenarias y muchas de ellas presentes en la actualidad nos dejaron uno de los mensajes más valiosos a tener en cuenta en nuestros tiempos: la comunicación con otros no depende de la lingüística o de la fonética, todo se puede aprender por medio de símbolos o signos conocidos por todos, donde un búfalo sea icónicamente un búfalo y donde, para entender, no hace falta tomar clases formales o tener un título académico sino que basta con el ejemplo y la demostración que todos somos iguales ante la tierra. 

El cañon de Anchumbil con sus paisajes asombrosos


La Rioja es una de las provincias del Noroeste del país con más atractivos para conocer. Desde turismo aventura al descubrimiento de lugares e historias ancestrales pasando por recorridos donde se fabrican riquísimos productos en base a nueces, uvas y olivas y visitas a parque naturales protegidos, esta provincia Cuyana ofrece de todo para no aburrirse. 

Dentro de ella, uno de los circuitos turísticos elegidos por muchos es el del Valle del Bermejo y su corazón es la localidad de Villa Unión. Allí se puede practicar pesca deportiva, comprar artesanías o simplemente disfrutar de la tranquilidad de un paseo en caballo o a pie, entre otras muchas actividades.

A tan solo 7 km aproximadamente al este de Villa Unión se puede visitar el Cañón de Anchumbil con sus paisajes asombrosos. Este destino puede ser parte de un viaje de aventura que recorra el cráter Corona del Inca, Laguna Brava, Volcán Pissis, etc. Se llega a él en un circuito de 16 kilómetros de ida y vuelta en automóvil (descontando el tiempo de una hora recorriendo el lugar) y requiere de mediodía como mínimo por lo que se recomienda llevar el almuerzo o algo para comer en tipo picnic.

Cañón de Anchumbil es un atractivo natural que se caracteriza por sus gigantes e imponentes formaciones rocosas de color rojizo. Lo realmente llamativo de este lugar son las huellas del pasado presentes en él en la forma de laberintos de rocas enormes pertenecientes al periodo triásico (280 millones de años atrás). Los mismos en algún momento estuvieron en posición horizontal pero, con el surgimiento de la Cordillera de Los Andes comenzaron a resquebrajarse y a levantarse quedando de forma vertical y formando asombrosas figuras, pasadizos, escondites y laberintos. Una de las figuras más famosas es la del “Cañadón”, una curiosa forma convertida en objeto de arte natural y en foco de muchas fotografías. Logró esta forma por los efectos del clima en la zona: la erosión del viento, la lluvia y los intensos calores.

Paisajes asombrosos que atraen tanto a chicos como a grandes y actividades recreativas se pueden realizar en la zona del Cañón de Anchumbil. Además de incentivar el espíritu aventurero y de cuidado por la naturaleza en los más pequeños ellos pueden mirar y aprender acerca de la flora y fauna autóctona del lugar; mientras los más grandes se pueden dar el lujo de visitar fincas donde se fabriquen vinos o se realice frutihorticultura. Ello con la posibilidad de adquirir exquisitos productos para degustar de regreso a casa. Además, en familia se puede disfrutar de las caídas de agua de vertiente que forman pequeñas lagunas.

Por la tarde se puede optar por la merienda en el bosque a lo alto del cerro mientras se contempla el paisaje con su belleza sin igual y la combinación de varios colores y sus matices.

Cañón de Anchumbil es una encantadora propuesta para descubrir la combinación entre historia y naturaleza, un lugar donde el pasado se hace presente y la naturaleza deja sus huellas en un constante cambio. Un verdadero exponente de la cantidad de paisajes para el asombro que se pueden conocer en La Rioja

26 dic 2012

Aicuña entre sierras y con la mejor vegetacion


Aicuña es una localidad ubicada al oeste de la provincia de La Rioja, en el Departamento Coronel Felipe Varela. Se ubica entre sierras y goza de la mejor vegetación. Su territorio se extiende desde Sierra Sañogasta hasta el río Guandacol (este a oeste) y desde Estancia Los Tambillos hasta el Campo Talampaya (norte a sur).

Es considerado el primer asentamiento poblacional riojano es decir el lugar de origen del hombre blanco en Argentina. Con más de 400 años de historia marcada por pactos entre aborígenes y blancos, idas y vueltas,  traiciones y desengaños entre familias,  este pueblo tiene mucho para mostrar y enseñar.

Muy rico culturalmente, sus cuentos, leyendas y mitos fueron y son transmitidos vía oral por los más viejos de generación en generación lo que va dejando una impronta  de los valores y la moral que comparten sus pobladores.

El linaje de los Ormeño, Páez y Narváez continúa aun vigente en el lugar, sus apellidos son comunes y conocidos y las familias consideradas fundadoras y quienes, en parte ayudaron a poblarlo y a su desarrollo. Si bien hace pocos años que el pueblo festeja anualmente su fundación, lo hace cada 23 de enero con jornadas repletas de actividades: comenzando por el izamiento de las banderas nacional y provincial, el canto del himno y de la canción popular propia del pueblo, la bienvenida a las autoridades, palabras protocolares del intendente y algunas otras autoridades, una misa en agradecimiento, y luego muchas otras actividades recreativas, lúdicas, premiaciones y reconocimientos  finalizando con la proyección de alguna película, corto o filmación alusiva y el ya clásico baile popular en el que se suele invitar a cantores y grupos de folclore de tierras riojanas.

Aicuña se fue expandiendo porque, naturalmente,  las aguadas hicieron que las personas vayan formando asentamientos pegados al pueblo, entre ellos se puede citar a: Los Patillos, Puerto Alegre, Los Tombillos, Paso de San Isidro, Los Palacios, etc.

Su sustento se basa mayormente en la actividad pastoril (ganado caprino y ovino) ya que no hay demasiado espacio para la agricultura y el pueblo se encuentra comprimido entre cerros y valles por lo que escasean las grandes extensiones de tierra. Sin embargo, existen numerosos nogales y algunas plantaciones de frutas (excepto de cítricos) y hortalizas. Su suelo es pedregoso pero el hombre lo hace fértil a través de su trabajo.

Los pobladores de Aicuña construyeron enormes represas para aprovechar el agua de las lluvias y poder alimentar a su ganado. Pozos naturales de pura agua cristalina que bañan muchos campos hicieron que la vegetación de este lugar sea imponente y que se forme un microclima muy particular.

Para el visitante que desee conocer esta aldea rural de no más de 200 habitantes, no se puede dejar de mencionar su pequeña y pintoresca Iglesia la cual se puede ver desde una loma y también, si desea realizar un circuito por el pueblo, su camping es muy propicio para almuerzos al aire libre.

Además de su patrimonio cultural marcada por leyendas, costumbres típicas, rezos y tradiciones, sus hombres de campo y sus paisajes y clima únicos, existen planes de construir un hotel con todos los lujos y comodidades para los turistas. Aicuña también entiende que debe plegarse a la evolución permitiendo la afluencia de más visitantes que puedan disfrutar y vivir desde adentro toda su riqueza.

“Un pueblito perdido en el medio de la nada” podrán decir algunos; mientras que sus pobladores están orgullosos de su Aicuña y de todos los avances de los últimos años. Y seguramente viajando y adentrándose en su cultura cualquiera puede comprender por qué se trata de un pueblo que se detuvo en el tiempo y a la vez avanzó, por qué está perdido entra el pasado y el presente con miras hacia el futuro. 

Museos en La Rioja: Turismo cultural


Una provincia rica en varios aspectos. Por un lado encontramos paisajes bellos  e imponentes  que mezclan en sí mismos arquitectura,  arqueología,  y grandes atracciones naturales.

Valles, quebradas, playas y ríos están allí en su máxima expresión para hacer de La Rioja un combo completo ideal para descubrir y conocer. Siguiendo con sus cualidades nos encontramos con una cultura rica y afianzada. En este lugar la historia cobra vida a través de monumentos, iglesias, museos, y todo un circuito cultural destinado al lugareño como al turista que llega.

Siglos atrás el museo era considerado como algo solitario y aburrido. Se encontraba destinado solo a las clases sociales altas y el ingreso estaba prohibido a  los aborígenes por ejemplo.

La actualidad y el desarrollo de la cultura a través del conocimiento y la información han cambiado esta perspectiva  y hoy por hoy encontramos un circuito cultural rico, variado e interactivo que La Rioja tiene para ofrecer.

La actividad cultural se divide en diferentes aristas, encontrando arte religioso o sacro, artesanías milenarias, museos que exhiben vestimentas antiguas y las ciencias naturales que también han ganado su lugar. Queda claro que ir al museo ya no es aburrido sino todo lo contrario. Son muchos, veamos cuales  despiertan vuestro interés.

El más clásico o tradicional es el conocido Museo de la Ciudad, está destinado principalmente a conocer y entender la historia del lugar y su gente. Depende como la mayoría, de las instituciones gubernamentales para su manutención.

Además de poder recorrerlo se ofrecen actividades como mesas redondas, una buena herramienta para fomentar  el debate y disfrutar de las diferentes exposiciones.

Abre sus puertas de martes a viernes de 7.00 a 13.00 hs y por la tarde también. Por otro lado el  Museo arqueológico   Inca Huasi se caracteriza por la gran cantidad de piezas que tiene en su colección. Se han logrado  rescatar  un poco más de 9.000 objetos pertenecientes a los grupos aborígenes que habitaron la zona años atrás.

Una excelente muestra que representa de manera clara y objetiva a Diaguitas, Incas, Belen  y demás comunidades que conformaron la rica cultura riojana.

Los días habilitados para su visita van desde  martes a sábado y solo se accede en el horario de la mañana. Para los amantes de lo religioso se encuentra la exposición de Arte Sacro. Cuenta con una  fiel decoración al estilo religioso y aquí se podrá encontrar con una ferviente y viva historia de la fe católica.

Cuenta con cinco salas, que muestran altares de épocas pasadas, figuras recuperadas y perfectamente conservadas. Solo abre cuatro hs por día de 8.00 a 12.00. Otra de las instituciones que contribuye un gran atractivo para visitar es el  Museo de Ciencias Naturales, reconocido a nivel nacional y forma parte de la Universidad Nacional de La Rioja.

Antes de ir a cualquiera de estos lugares  es útil o práctico llamar por teléfono para averiguar días, horarios y direcciones. Los museos de La Rioja: turismo cultural, son recomendados para grandes y jóvenes, la oferta es interactiva, dinámica y para nada densa.

La información pertinente se puede obtener  en la oficina de Turismo o a través de la página web de la provincia. 
Queda claro entonces que la cultura se expresa en su máxima expresión en la ciudad cordillerana,  la idea es conocer un poco más del lugar desterrando el mito que alguna vez alguien dijo “ir al museo es aburrido”.

El Carnaval en La Rioja


La mayoría de las personas saben lo que es el carnaval. Se puede decir que este tipo de atractivo constituye una fiesta pública y tradicional de algún pueblo, lugar o región. Esta festividad  data de muchos años atrás  y sus orígenes se remontan a las fiestas de adoración al vino con su propio Dios denominado Baco entre otros tantos. Siguiendo la línea de la historia muchos afirman que estas festividades han sido heredadas de los Egipcios y Romanos.

Vale recordar que estos últimos se han caracterizado por grandes fiestas y tertulias sociales.

A nivel mundial hay carnavales que gozan de prestigio y reconocimiento global, como el de Rio de Janeiro, Colombia, Venezuela, México entre los más sobresalientes o destacados. En esta ocasión y volviendo a la República Argentina daremos un pequeño viaje por La Rioja y un carnaval impoluto e impecable. Se trata de “La Chaya” palabra que proviene del quichua y encarna una tradicional leyenda.

Chaya era una joven y bella india que se enamoró de Pujllay, príncipe de la tribu quien nunca le brindo atención. Tal fue el desconsuelo de esta que se perdió en medio del monte a llorar su desamor. Cuenta la leyenda que de tanto llanto  se convirtió en nube. De allí se desprende un sentido  semántico que alude a mojar o rociar. Se dice que cada año llega como lluvia y un dato importante es que  el agua no abunda en la ciudad. Esta bella indiecita representa al agua mientas que el príncipe representa alegría gozo y juego. Esto se ve directamente relacionado con una celebración que se lleva a cabo al fin de  la cosecha, y se ofrece en agradecimiento por el trabajo y los beneficios recibidos.

Se da una vez al año y por lo general en el mes de febrero. Si bien se festeja en la capital riojana, es bueno aclarar que la fiesta típica y autóctona se da en las localidades de Famatina, Chilesito y Nonogasta. Como toda fiesta popular tiene un Dios propio al cual se venera, como ya se menciono Pujllay, quien  nacerá un sábado anterior al carnaval para luego ser enterrado.

Dejando la historia de lado, es un evento que habla y muestra con claridad la historia del lugar, haciendo un recorrido por su pasado, antecesores diaguitas y la historia de una comunidad con una cultura rica y vibrante.
Se festeja con muy poco pero simbólicos elementos, tales como, harina de maíz en representación de lo que se cosecha, agua y porque no un bueno vino para tomar y hasta salpicar. Año tras año se convocan en el carnaval de La Rioja  artistas de primera línea como El Chaqueño Palavecino, Soledad Pastorutti, Cantores del Alba entre otros, además de grupos locales propios.

Una curiosidad es que los lugareños disfrutan de las zambas, chayas y chacareras jugando mientras estos cantan y no sentados en una silla como es habitual ver. La fiesta dura pocos días, pero se vive con demasiada intensidad y algarabía. Color, música, canto y amistad se observan en cada rincón. Además se pueden degustar comidas típicas, artesanías y bailes representativos. No hace falta viajar muy lejos o gastar mucho dinero, Argentina tiene lo mejor de los carnavales y La Rioja es un gran ejemplo de esto.

Recorriendo La Rioja en 4x4


Los vehículos 4x4 son aquellos que tienen tracción en las cuatro ruedas o tracción total. Es decir que todas las ruedas del automóvil pueden recibir simultáneamente la potencia del motor. Este tipo de vehículos se utiliza mucho en travesías todo terreno ya que le permite al mismo que sus ruedas giren las 4 a la misma velocidad y también da más seguridad al frenado. Según los especialistas, solo los 4x4 robustos son ideales para hacer travesías fuera del camino ya que algunos vehículos engañan y resultan ser hasta peligrosos. Robustos, resistentes y confiables deben ser las camionetas que se utilicen mientras el visitante disfrute la adrenalina recorriendo La Rioja en 4x4

Por citar uno, a 250 km de la capital de La Rioja, al pie del cerro Famatina, se pueden hacer excursiones en este tipo de vehículos recorriendo las estaciones del Cable Carril construido a principios de siglo XIX. Este viaje, de 35 kilómetros aproximadamente, permite visitar ocho de las nueve estaciones construidas para transportar minerales desde los socavones hasta la estación de ferrocarril. Este trayecto, que desafía las prestaciones de los vehículos 4x4 llega hasta “La Mexicana”, un lugar enclavado en la montaña que supera los 4000 metros de altura.



Sin embargo, al pie del Cerro Famatina, una cantidad de colores, texturas, aromas y paisajes se combinan para mostrarnos arroyos de agua cristalina, montañas nevadas, distintos matices de verdes de álamos y nogales entre casas de adobe y largos pasajes de tierra de los pueblos. Pueblos como Carrizal, Pituil, Santa Cruz, Santo Domingo entre otros de no más de 1000 habitantes el más poblado ofrecen al visitante la posibilidad de observar una geografía diferente, donde los tiempos difieren mucho al de las ciudades, y las condiciones hicieron que crezcan muy poco durante los últimos siglos.

Otro circuito riojano que ofrece mucha adrenalina para realizar en 4x4 es el que se dirige al cráter Corona del Inca. Para esta excursión se debe estar más preparado: cubiertas y motores puestos a prueba, handys y hasta cámaras de oxígeno porque se asciende a más de 5000 metros sobre el nivel del mar. La expedición dura unas 7 hs y comienza en el último pueblo antes de comenzar la Cordillera riojana: Alto Jague, a unos 520 kilómetros de la capital de la provincia. Corona del Inca se denomina a un cráter que por su misma actividad volcánica se ha desplomado sobre sí mismo y ha producido un hueco de 5 km de diámetro. En el mismo, aguas de deshielo de un color azul intenso se combinan con el blanco de la nieve ubicada en la cima de los cerros.  Un viaje encantador para todo aquel amante del turismo aventura: ripio, lomas, ríos de agua volcánica, rocas, barro y todo aquel obstáculo que se pueda imaginar.

Combinando la tecnología de las camionetas 4x4, el espíritu aventurero y lúdico de los viajeros, la destreza al volante de los conductores y un poco de fauna silvestre se puede optar por el circuito “Quebrada de los Cóndores”, oculto en el medio de la montaña “Los Quinteros” se encuentra este puesto rural donde decenas de turistas se reúnen para observa cóndores en su hábitat natural. Se llega al lugar desde el pueblo de Tama,  a 180 kilómetros de La Rioja sorteando rocas inmensas y realizando el último trayecto a pie. El sacrificio vale la pena, se llega a un precipicio que es como un gigante balcón natural desde donde se puede ver estas maravillosas aves a menos de 10 metros de distancia.

No por casualidad este tipo de travesías son cada día más buscadas entre jóvenes y adultos. Se trata de momentos en los que uno pone a prueba su capacidad de resistir a grandes presiones, y a inyecciones de adrenalina increíbles. También se prueba la confianza en el otro que nos conduce y en un vehículo que no puede fallar bajo ningún punto de vista.